A lo largo de mi trayectoria profesional y, sobretodo a raíz de mi proceso de reinvención, me he esforzado por adquirir amplios conocimientos y aprender numerosas habilidades, técnicas y estrategias relacionadas con el management, marketing, marca personal y estrategia profesional.
En principio, parece lógico pensar que esos conocimientos te permitirán conseguir tus objetivos y crear una poderosa marca personal.
No obstante, mirando con perspectiva mi propio camino, he aprendido una lección que normalmente se pasa por alto: esos conocimientos nunca son suficientes para obtener el éxito.
De hecho, podrías ir acumulando formaciones, cursos y conocimientos y seguir estancado en tu proceso de crecimiento personal.
Entonces ¿Cuál es el secreto?
El éxito es cuestión de mentalidad y confianza.
Además, existe una regla de oro para aumentar tu confianza.
¿Quieres conocerla?
¡Vamos alla!
¿Para qué quieres aumentar tu confianza?
Te repito la pregunta, pero ahora plantéatela seriamente para darme una respuesta:
¿Para qué quieres tener más confianza?
Supongo que no quieres tener confianza para hacer las mismas cosas que ya haces, sino para empujarte a realizar aquello que no te atreves a hacer.
Piensa por un instante en todas aquellas cosas relacionadas con tu trabajo, el dinero, las relaciones personales, la familia o tu forma de expresarte y comunicarte.
Puede que hayas renunciado a numerosas oportunidades por albergar dudas sobre ti mismo, miedo al fracaso, incapacidad o diferentes variables de la falta de confianza.
¿No seria estupendo contar con la suficiente confianza para perseguir tus sueños y obtener mejores resultados en todos los ámbitos de tu vida?
Sería una forma extraordinaria de sentirte mejor contigo mismo.
Por esta razón, debes conocer la regla de oro…
La regla de oro para aumentar tu confianza
Russ Harris, autor del libro Cuestión de Confianza aporta dos definiciones de confianza:
1. Una sensación de certeza o de seguridad.
Como esa poderosa sensación de certeza y seguridad, de mantenerse sereno, tranquilo. Con el convencimiento de que vas a actuar adecuadamente y conseguir resultados positivos; sin sombra de duda sobre uno mismo, ni inseguridad y ausencia total de pensamientos negativos.
Esta definición se acerca más a las características de un superhéroe que a la de una persona de carne y hueso.
Veamos la segunda definición:
2. Un acto de fe o de entrega.
En este caso, para Harris, la confianza no es una sensación sino un acto; es un acto de fe o de entrega. Y cita como ejemplo a Mandela. Él no se sentía tranquilo, seguro y confiado cuando estuvo años en prisión. Sin embargo, estaba claramente empeñado en actuar con confianza. Confiaba en sí mismo para caminar de aquella manera erguida y orgullosa, aun cuando sentía mucho miedo.
No había eliminado su miedo.
En otras palabras, había aprendido a apoyarse y confiar en sí mismo para ponerse en marcha, sin importar el miedo que sentía.
Esta es la definición que más me atrae y la que el autor resume en su regla número uno de la confianza:
Los actos de confianza son lo primero; los sentimientos de confianza vienen después.
Mi consejo es que, a partir de ahora, te lances a la acción y comiences a actuar, no necesitas nada más. Es cuestión de confianza. Créeme
La mayor parte de los cursos y procesos de aprendizaje se centran en el cómo pero no tienen en cuenta que tienes que empezar en el lugar correcto, que es cuando cuentas con la confianza y la mentalidad adecuada.
Cuando confías en ti y tus posibilidades, prácticamente cualquier estrategia, método o herramienta te va a servir.
Pero ¡¡¡OJO!!!… sólo, si tú te lo crees.
Y pones todo tu interés y compromiso en hacer que funcione y eliminas tus barreras mentales
Y tú, ¿sabes ya como vas a incrementar tu confianza?
¡Te leo en comentarios!
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