Cómo lograr que tu futuro sea mejor que tu pasado

Crecer es un deseo fundamental de todas las personas.

No importa qué objetivos estés persiguiendo, cualquier cosa que quieras para tu vida y no tengas en este momento tiene que ver con el crecimiento.

Y es ahí, en el crecimiento, donde se encuentra la raíz de todo lo que nos procura una sensación de logro, satisfacción, significado y progreso.

Sin embargo, todos conocemos a personas que, por alguna razón, han dejado de crecer. Temporalmente o de por vida.

Si estás leyendo estas lineas apuesto a que tú no eres una de ellas, aunque tal vez te sientas estancado. Es normal, nos pasa a todos.

Ten en cuenta que el fracaso forma parte del crecimiento. Y esto lo conocen muy los emprendedores, sobre todo los que alcanzan el éxito. Casi todos fracasan antes de triunfar.

Es evidente que las situaciones duras o aparentemente poco atractivas nos ofrecen valiosas oportunidades para crecer. El crecimiento no siempre es fácil, pero las recompensas siempre merecen la pena.

La vida nos presenta oportunidades para crecer casi constantemente, solo tienes que estar alerta a esas oportunidades.

Por eso, empieza a experimentar como influye el desarrollo personal en tu vida y aprovecha las 10 leyes del crecimiento que el coach Dan Sullivan nos ofrece para ayudarnos el camino.

Aquí las tienes:

Ley nº1. Procura que tu futuro sea siempre mejor que tu pasado

El pasado es útil porque está lleno de experiencias sobre las cuales vale la pena reflexionar, y todas esas experiencias valiosas se pueden convertir en la materia prima para crear un futuro mejor. Tu futuro solo es tuyo, porque aún no ha ocurrido, solo existe en tu mente. Esto implica que puedes adaptarlo y moldearlo como quieras. Tu futuro es una visión personal y tu crecimiento es lo que lo convierte en realidad.

Un futuro mejor es cualquier cosa que puedes vislumbrar y que suponga alguna mejora con respecto a tu situación actual: más conocimiento, contribución, oportunidades, capacidades, entendimiento, confianza, calidad de vida, compasión, conexión, etc…

Realmente, es cualquier cosa que puedas imaginar

El primer paso paso para lograr que tu futuro sea mejor es creer que es posible tener un futuro mejor, sn importar en que etapa de la vida te encuentres o cuales sean tus circunstancias.

Ley nº2. Procura que tu aprendizaje sea siempre superior a tu experiencia

El aprendizaje continuo es esencial para crecer constantemente. La sola experiencia no garantiza el crecimeinto, se puede tener mucha experiencia y, a pesar de eso, no ser más sabio. Pero si eres capaz de transformar tus experiencias en nuevas lecciones, convertirás cada día en una fuente inagotable de crecimiento.

Las personas más inteligentes son aquellas que son capaces de transformar las situaciones cotidianas, obstáculos, retos o incluso, los fracasos, en importantes enseñanzas.

Si te das cuenta, la vida es una gran enseñanza de la que puedes aprender todos los días.

Tu capacidad para aprender es la que te va a permitir tener un futuro mejor que tu pasado.

Cada experiencia que has tenido en la vida consta de dos partes: los aspectos de la experiencia que ha funcionado y aquellos que no han funcionado.

Entendiendo por «funcionar» aquello que te hizo avanzar y fortalecer tu sensación de capacidad y confianza

Y por «no funcionar» aquellos aspectos de la experiencia que bloquearon tu sensación de capacidad y confianza

Pues bien, cuando eres capaz de identificar estos dos aspectos de cada experiencia, empezarás a tomar consciencia de nuevas formas de potenciar lo que funcionó y de obviar o eliminar lo que no.

Ley nº 3. Procura que tu contribución sea siempre mayor que tu recompensa

A medida que vayas acumulando éxitos, irás recibiendo recompensas: mayores ingresos, elogios, reconocimiento, recursos y oportunidades.

Pero, la manera de garantizar que vas por buen camino e incrementar estas recompensas es no pensar mucho en ellas y ayudar a otras personas.

Mediante la contribución, tu crecimiento continuo se cimentará y apoyará con firmeza.

Concéntrate en agregar y crear valor para los demás.

El acto mismo de contribuir es una gran fuente de crecimiento y te producirá imprevistas recompensas

Casi todos tendemos a pensar en alguna ocasión que merecemos más, pero lo correcto es dar antes de recibir. Busca aspectos donde hay necesidades o problemas que resolver y en los que tú podrías aportar algo de valor.

No te quepa duda que de aquí surgirán nuevas oportunidades.

Ley nº 4. Procura que tu rendimiento sea siempre mayor que el aplauso

A medida que vayas recibiendo reconocimiento te puedes estancar. Sin importar tus éxitos debes seguir esforzándote y trabajando para mejorar tu rendimiento.

Un futuro mejor siempre se crea mediante la acción y la ejecución. Puedes tener una idea o visión de un futuro mejor, pero solo se volverá real cuando emprendas acciones que estén centradas en objetivos específicos.

El aplauso que se deriva de una actuación es tan solo un subproducto. Nunca debe convertirse en el objetivo principal. Para continuar creciendo como persona, el objetivo siempre tiene que ser la actuación en sí, nunca la respuesta de los demás a esta.

Además, siempre tendrás el control sobre tus acciones. Sin embargo, nunca vas a poder ejercer el control sobre las respuestas, la aprobación o el aplauso de otros.

Ley nº 5. Procura que tu gratitud sea siempre mayor que tu éxito

Una de las características que comparten todas las personas de éxito es que se sienten continua y sinceramente agradecidas. Por otro lado, las personas cuyo éxito se detiene en algún momento es porque se han aislado de todos los que le han ayudado y se perciben a sí mismas como la única fuente de sus logros. A medida que se vuelven más egocéntricas y aisladas, pierden su creatividad y su capacidad para triunfar.

Todo el mundo tiene su propia idea sobre el significado del éxito. Algunos lo miden por lo que han conseguido en su vida, por sus posesiones materiales o circunstancias, y también por otras cosas como el amor, la sabiduría y las habilidades que tienen. También por sus relaciones o su calidad de vida.

Lo curioso es que es es posible lograr todas estas cosas y aún así no sentirse feliz.

Por lo general, esto sucede cuando la gente alcanza su ideal de éxito y cree que ya «ha llegado» y deja de crecer.

Cuando el placer y la energía creados por el proceso de crecimiento decaen, se siente un vacío a pesar de todos los símbolos del éxito.

Para la persona comprometida con el crecimiento de por vida, el éxito es un proceso no un destino. Vivir una vida exitosa se convierte en un asunto de crecimiento constante, y la gratitud garantiza ese crecimiento.

Ley nº 6. Procura que tu placer sea siempre mayor que tu esfuerzo

El placer es fundamental para crecer. Algunas personas creen que el éxito se tiene que ganar con dificultad. Si no es asi se sienten culpables. De esta forma, se privan de una gran fuente de energía, creatividad y motivación.

Encontrar formas de obtener cada vez más placer con lo que haces es la manera de garantizar un crecimiento continuo.

La creatividad en todos los campos de actividad está íntimamente relacionada con un espíritu lúdico que consiste en hacer cosas nuevas solo por el placer de hacerlas

En nuestra cultura del trabajo se paga a las personas por su tiempo y esfuerzo.

Pero los emprendedores, que solo cobran por la cantidad de valor que crean, independientemente de lo que les haya costado lograrlo, saben que lo que importa no es cuánto tiempo y esfuerzo se haya invertido; lo que importa es el resultado. Si puedes obtener el mismo resultado o uno mejor y divertirte haciéndolo, eso no tiene nada de malo.

Con un poco de ingenio y con la actitud correcta, podrás hallar maneras de obtener placer y crecimiento, incluso desarrollando las tareas más desalentadoras.

Ley nº 7. Procura que tu cooperación sea siempre mayor que tu estatus

Cuando las personas se unen en torno a un propósito común, pueden lograr resultados que ningún individuo alcanzaría por si solo.

Trabajar en equipo y crear oportunidades de cooperación posibilita la realización de proyectos de mayor envergadura en nuestras vidas y en el mundo.

Centrarte en cooperar aumentará tus posibilidades de crear sinergias  al combinar tus habilidades y oportunidades con la de otros

Algunas personas nacen con estatus elevado. Sin embargo, la mayor parte de la gente adquiere su estatus a medida que sus contribuciones y logros van creciendo, lo cual les otorga reconocimiento y prestigio.

Cooperar significa centrarse en un objetivo común y permitir que todos aporten algo para alcanzarlo.

Pero a veces, el empeño por conservar cierto estatus hace que no se admita el hecho de que se puede estar equivocado, al objeto de preservar siempre la apariencia de superioridad sobre los demás.

La cooperación empieza con la conversación: hacer preguntas inteligentes y abiertas, escuchar, respetar las opiniones de los demás y entender las inquietudes reales de las personas, así como las oportunidades que más le motivan y las capacidades que poseen y que pueden aportar

Ley nº 8. Procura que tu confianza sea siempre mayor que tu bienestar

La confianza es la base para el crecimiento de por vida.

Muchas personas exitosas eran soñadores que asumieron riesgos, pero cuando alcanzaros el éxito se empeñaron en buscar mayor seguridad y bienestar por encima de todo lo demás. Esta actitud los adormece desde el punto de vista de la motivación y les hace perder la confianza que les permitió triunfar.

La seguridad y el bienestar son subproductos deseables de la consecución de metas, pero cuando se convierten en la meta en sí, no tarda en frenar el crecimiento.

Considera cualquier aumento de bienestar en tu vida como una etapa, apenas temporal, en el establecimiento de metas más amplias.

Esfuérzate continuamente por alcanzar objetivos más ambiciosos y así tu confianza será siempre mayor que tu bienestar. Todo crecimiento exige esfuerzo por avanzar más allá de dónde estás. A medida que lo haces, aumenta la confianza en tu capacidad para asumir nuevos retos.

La confianza nos confiere habilidad para superar el temor, seguir avanzando y apostar por un futuro mejor

Ley nº 9. Procura que tu propósito sea siempre mayor que tu dinero

Contar con un propósito que te guíe es esencial para crecer en la vida.

Muchas personas inician sus carreras pensando que la meta es el dinero. Es cierto que el dinero puede ser una medición útil del éxito o del progreso en ciertas circunstancias,
pero en algún punto el dinero sin propósito pierde su significado. De hecho, el dinero como un fin en sí mismo obstaculiza y detiene tu crecimiento.

Tener un propósito que sea más grande que tú mismo, te dará un ímpetu constante. Le dará significado a la vida y te ayudará a orientar y centrar tu talento y esfuerzos.

Piensa en el dinero solo como un medio para lograr un propósito mayor y de esta forma atraerás todos los recursos y recompensas que conforman vivir una vida con sentido.

El problema es que, si se nos plantea una opción entre dinero y propósito y optamos por el dinero, caerás en una trampa que detendrá tu crecimiento.

El dinero quizá distraiga la atención de ese hecho, pero lo cierto es que, más adelante el único fruto de tu esfuerzo será simplemente más dinero o más cosas, pero no un crecimiento personal.

Ley nº 10. Procura que tus preguntas superen siempre a tus respuestas

Cuando somos niños y estamos creciendo hacemos muchas preguntas. Sin embargo, a medida que vamos madurando, empezamos a creer que conocemos muchas de las respuestas. Para muchas personas su propia seguridad y autoestima depende de tener todas las respuestas, de no equivocarse jamás. Esto les hace ter una falsa sensación de control y seguridad.

Como resultado de esa actitud, estas personas tratan de entender todo en términos de lo que ya conocen, sin entender que el crecimiento se produce fuera de nuestra zona de confort, en aquello que nos resulta desconocido.

Lo que nos queda por descubrir es el futuro.

Procura que tus preguntas superen siempre tus respuestas y entrarás en un futuro lleno de nuevas posibilidades.

No hay nada más poderoso que una pregunta. Las respuestas, por el contrario, son cerradas. Puedes conocerlas y archivarlas para nunca más pensar en ellas. No exigen más raciocinio.

Las preguntas abren las puertas a la investigación, que es la forma en la que imaginamos y descubrimos nuevas posibilidades.

El crecimiento no proviene de tener la respuesta definitiva, sino de un compromiso activo con el diálogo en torno a una gran pregunta.

Las grandes preguntas son abiertas; es decir, no tienen respuestas fáciles. Una gran pregunta puede hacerte pensar y crecer durante toda la vida

Conclusión

La decisión de crecer implica hacerse cargo de tu propio futuro pero siempre termina ejerciendo un impacto que va mucho más allá de uno mismo.

Cuando escoges crecer obrando según estas 10 leyes, las oportunidades se presentan naturalmente, las ideas y los recursos fluyen hacia ti y las personas con habilidades, pasiones, visiones y conexiones adecuadas aparecerán para ayudarte. Debido a esta conexión el crecimiento siempre tiene un efecto de onda expansiva. Inspira a otros y le ofrece oportunidad de aprendizaje.

Este post es un resumen del libro Las leyes del crecimiento para toda la vida escrito por Dan Sullivan y Catherine Nomura.


P.D. Durante años, he ido recopilando los mejores secretos de transformación personal y profesional. Cada descubrimiento y cada idea me ha ido haciendo cada vez mejor. Ahora, he decidido compartir estas joyas contigo en mi newsletter TU COACH PERSONAL.

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